viernes, 21 de agosto de 2009

Mis disculpas...

He tenido el blog un poco abandonado estas semanas, sobre todo por problemas de conexión a internet, pero también por dejadez.

Así que muy rapidamente, paso a comentaros que hemos estado en Calpe unos días, de descanso, que organizamos y participamos en la recreación de Chinchilla (aqui hay unas crónicas muy buenas: http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/en-la-chinchilla-de-la-1488-2-parte.html y http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/jura-de-fueros-chinchilla-1488.html ). También acudimos a la Academia Nacional de la Asociación de Esgrima Antigua de este año, fuimos a la recreación de la Defensa de Logroño en el año 1624 y muchísimas cosas más.

El fin de semana pasado estuvimos en la Alcudia, en un espectáculo de inauguración del Cotif, del que David hizo una crónica estupenda, como siempre: http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/entre-bambalinas.html

Y Raquel, su sobrino Pedrín, y yo, fuimos al día siguiente al zoológico de Elche, Río Safari, y nos los pasamos en grande!

y nos estamos preparando para asistir a la Feria Barroca de Almansa, que promete ser muy divertida.

Prometo subir la crónica, aunque no tenga fotos, la semana que viene!

martes, 4 de agosto de 2009

Para la libertad... toca cambiar de rumbo, otra vez

29 de julio de 2009-07-29

Hoy dudo entre preparar la promoción interna en el puesto de trabajo, o decidirme a estudiar alguna otra titulación, en el Obispado de Albacete o en la UNED. El corazón me dice una cosa y la cabeza otra. Después de haber leído el cuadernillo de Cristianismo y Justicia titulado “El joven, el gurú y el pájaro”, de Josep F. Maria i Serrano, me siento muy tentado de hacer lo que el corazón me pide y no lo que la prudente razón aconseja.

A día de hoy –no está mal, después de 37 tacos- me doy cuenta que siempre me han gustado las ciencias sociales como la psicología, la pedagogía o la teología. A lo mejor por su gran aplicación práctica para ayudar a la gente a encontrar la felicidad, a enseñarles a aceptarse, a quererse y, como consecuencia, a aceptar y a querer a los demás. Siempre he creído que la fe es importante en el mundo cotidiano, y que mi propia libertad debe desembocar en una vida para los demás. Y que esa libertad, entendida como esfuerzo para los demás traerá la esperanza.

Y resulta que ya hubo quien le puso letra antes a este pensamiento, creando un inmortal canto de esperanza. Disfrútala conmigo:

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,como un árbol carnal,
generoso y cautivo,doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazonesque arenas en mi pecho:
dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazosde los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)

02/08/2009

Hoy nace en mi cabeza un nuevo enfoque para mi blog…

Je, y es que con mis sempiternos problemas con Internet, no sé cuándo podré realizarlo. Pero ya ha nacido en mi cabeza.

Y es más como una exigencia que me hago mí mismo para continuar creciendo para seguir avanzando, para no dejarme inmovilizar ni por mi pereza espiritual o mi desencanto vital.

Es muy duro darte cuenta que eres demasiado débil para poner en práctica todo lo que has aprendido que está bien y que es bueno. Y esa desilusión te obliga a ir dejando tus creencias porque no puedes darles forma: como el pintor que tiene en su cabeza una imagen y por su falta de capacidad no es capaz de plasmarlo.

Pero cuando uno fue feliz anhela volver al lugar donde lo fue. Es como volver al pueblo donde uno jugaba de niño. Por supuesto que no será lo mismo, pero la esperanza de volver a sentir paz y alegría te impulsa a todo.

Así que manos a la obra. El blog será una bitácora de mi búsqueda de la espiritualidad, de esas ideas, de esas creencias que me hicieron creer en un mundo mejor, en una sociedad feliz. Será mi blog un rincón escondido, una casa abandonada cuyos recuerdos –una carta oculta en un cajón, una cuchara sobre una mesa, una caja de zapatos llena de antiguas fotografías- aún son capaces de espolear la imaginación de un espíritu de niño atrapado en un cuerpo de adulto.

04/08/2009

Seamos leyenda...

Bueno, pues continúo con mi búsqueda de mí mismo. Antes de ayer, Raquel y yo vimos de nuevo la película “Soy Leyenda”, interpretada por Will Smith, y reconozco que me había olvidado de los dos mensajes más importantes que esta película puede ofrecer: el dolor de la soledad y la necesidad de creer.

El doctor Neville es el ejemplo, el estereotipo de persona superviviente, íntegra y sin esperanza que pasa sus días obligado a luchar. Quizás por que no tenga nada más. Y vive tan abrumado por el peso de la soledad que la muerte de su perra le provoca la necesidad de suicidarse, de acabar con su propia existencia, olvidando todo ese trabajo que hasta ahora había llevado a cabo por encontrar un remedio contra la terrible enfermedad que casi se ha cobrado a toda la población humana.

Sin embargo, la aparición de una joven madre y su hijo, tan duros como él mismo pero infinitamente menos brillantes –aunque portadores de una fuerza que al doctor ya le había abandonado-, le salva de su intento de suicidio, de lo que hubiera sido una muerte sin esperanza.

Poco después, la creencia de la mujer en un Dios luchador y compasivo (curioso ese cartel que aparece al principio de la película que reza “Dios aún nos quiere”), el cariño que el doctor Neville tenía por su hija y una serie de señales que interpreta en forma de mariposa, le lleva a morir por una causa, por una razón.

Un alegato a la fe, un manifestación de fe oculta en una película de acción y zombies, con un significado, creo yo, más profundo y trascendental de lo que se pueda esperar de una película más.

Y sobre la soledad… podríamos hablar mucho, largo y tendido. Pero aunque no lo queramos reconocer, todos necesitamos a las personas. Ya sean nuestras parejas, nuestros amigos, compañeros de trabajo, nuestra familia o cualquiera con los que compartamos nuestras aficiones, todos, como el doctor Neville, por muy autosuficientes y especiales que seamos (el personaje que encarna Will Smith, objetivamente, lo es) o creamos ser.

Me gustó cuando la ví en el cine y me ha vuelto a gustar ahora. No se hacen muchas películas como ésta, dónde se alabe el esfuerzo personal y la capacidad de sacrificio. Claro que también nos podemos quedar con las escenas de acción y la buena ejecución cinematográfica. Da igual.

Es una peli que se puede disfrutar.

Hola a tod@s!

Bienvenidos a mi mundo! Espero que os guste y podemas compartir experiencias y aficiones. Espero vuestros comentarios.