Saludamos la llegada del año nuevo y despedimos el antiguo comiendo en casa de mis primos Antonio e Isabel. Raquel estaba un poco nerviosilla, ya que esta es parte de mi familia que no conocía, pero todo resultó genial, como no podía ser de otra manera. Mis primos, sus hijos y mi tía, hermana de mi padre, son gente sencilla, noble, abierta y que me quieren –algún fallo tenía que tener- con fuerza y honestidad, con cariño y con alegría.
Y así disfrutamos la cena, abundante, copiosa, recia, como corresponde a esta celebración. Mi madre con su pierna recién vendada, mi padre suspirando por irse a acostar y todo contentos de poder celebrar juntos, en familia, otra entrada de año.
Goski, el perrito de la familia nos saludó como de costumbre: ladró hasta no poder más, escondido, muerto de miedo, debajo de la cama de Antoñete, como si fuera yo un salvaje asesino o un monstruoso ser dispuesto a devorar a su familia. Luego se le pasó, como siempre, el susto, y se entretuvo en buscar las caricias de todos los miembros de la familia.
Tras la cena, fueron llegando los amigos de Irene, animando poco a poco el cotarro. Y a eso de la una llegó mi hermano Antonio, con su esposa, María José, con lo que la familia se reunió por completo. Acostumbrado al clima de Murcia, donde trabaja, Antonio llegó casi congelado, y es que eso de olvidar los orígenes es lo que trae: constipados.
Sólo un ratito más tarde, nos fuimos a casa de Andrés (Peluqui), donde nos juntamos con unos amigos a celebrar el año nuevo. El alcohol, el buen queso, el salchichón, el trivial, los dados y la buena conversación nos hicieron aguantar hasta el amanecer sin síntomas de sueño ni de ganas de abandonar a la buena gente con la que nos estábamos. Ignacio aportó una película de culto, un film épico sobre un curioso personaje que nos emocionó a todos: Cromoman. La compañía de Andrés (el Puerto, claro) y de Encarni nos regaló unos de los mejores regalos de fin de año: disfrutar de un rato genial de nuestros amigos, a los que ya no vemos tanto como queremos.
Aún por recuperar, comimos con la familia de Rakel, como mejor pudimos en un ambiente tan genial como el que nos ha acompañado estas fiestas. Tras la comida, que fue también abundante, nos pasamos a ver a mis padres, antes de llegar a casa a tumbarnos en el sofá a descansar.
¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!
Y así disfrutamos la cena, abundante, copiosa, recia, como corresponde a esta celebración. Mi madre con su pierna recién vendada, mi padre suspirando por irse a acostar y todo contentos de poder celebrar juntos, en familia, otra entrada de año.
Goski, el perrito de la familia nos saludó como de costumbre: ladró hasta no poder más, escondido, muerto de miedo, debajo de la cama de Antoñete, como si fuera yo un salvaje asesino o un monstruoso ser dispuesto a devorar a su familia. Luego se le pasó, como siempre, el susto, y se entretuvo en buscar las caricias de todos los miembros de la familia.
Tras la cena, fueron llegando los amigos de Irene, animando poco a poco el cotarro. Y a eso de la una llegó mi hermano Antonio, con su esposa, María José, con lo que la familia se reunió por completo. Acostumbrado al clima de Murcia, donde trabaja, Antonio llegó casi congelado, y es que eso de olvidar los orígenes es lo que trae: constipados.
Sólo un ratito más tarde, nos fuimos a casa de Andrés (Peluqui), donde nos juntamos con unos amigos a celebrar el año nuevo. El alcohol, el buen queso, el salchichón, el trivial, los dados y la buena conversación nos hicieron aguantar hasta el amanecer sin síntomas de sueño ni de ganas de abandonar a la buena gente con la que nos estábamos. Ignacio aportó una película de culto, un film épico sobre un curioso personaje que nos emocionó a todos: Cromoman. La compañía de Andrés (el Puerto, claro) y de Encarni nos regaló unos de los mejores regalos de fin de año: disfrutar de un rato genial de nuestros amigos, a los que ya no vemos tanto como queremos.
Aún por recuperar, comimos con la familia de Rakel, como mejor pudimos en un ambiente tan genial como el que nos ha acompañado estas fiestas. Tras la comida, que fue también abundante, nos pasamos a ver a mis padres, antes de llegar a casa a tumbarnos en el sofá a descansar.
¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!
3 comentarios:
Muy bonito lo de fin de año xd,como se te ocurre poner alguna de esas fotos....
Bueno da igual yo colgare el resto en internet y las vera mucha gente
y me refiero a todas eh?jejeje.
Bssos.
Hola Isa!
Jejejeje, como moló la noche.
Un besazo.
Si lo pasamos bien,jejeje,
pero las fotos que tengo tuyas
esas k sales tan way le dire a la irene q las cuelgue en internet y los videos tmb,y luego te dejo un comentario con el enlace para que las veas,jejeje.
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