El tema del miércoles fue la comunicación. Otro matrimonio fue el encargado de tratar un tema tan bonito y a la vez tantas veces escuchado.
Para mí, es muy difícil de mantener la atención en este tema. Demasiadas veces, quizás, me han hablado de la comunicación, de la asertividad, del lenguaje corporal. En el instituto, en la Facultad, en decenas de cursos sobre actividades juveniles, solidarias o deportivas. En el CAP o en el curso de Formador Ocupacional. Por eso, el hecho de conocer al chico que nos los impartió de haber compartido ya algunas Pascuas y otras experiencias con sus hijos –lo que nos ha llevado a no ser unos perfectos desconocidos, precisamente- me ayudó a no afrontarlo con cansancio, sino con respeto, atención y, porque no decirlo, un poco de complíce camadería. Simplemente porque conocía a la persona que lo iba a dar y porque lo aprecio.
Fue un tema muy interesante, muy agradable. Coincidimos Raquel y yo, plenamente, en que la comunicación es un tema de dos, no de uno. Por mucho que uno sólo –o una sóla- se esfuerce en ser agradable, en preguntar, en ofrecer puentes a la comunicación en pareja, si la otra parte no quiere o no sabe, o no le apetece comunicarse, lo que habrá no podrá ser llamado comunicación, ni diálogo.
Y la comunicación en un matrimonio es importantísima. En todos los sentidos y facetas, en todo momento. Y una comunicación cariñosa, cortés, cuidada en las formas, sin medias tintas. Creo que comunicarse así es también evangelizar. Y si no empezamos en casa…. Muchas veces he perdido la paciencia con mi madre, por ejemplo. No importa quien tuviera o no razón, qué más da. Si alguna vez la tuve, la perdí en el momento en que decía algo totalmente fuera de lugar o con un tono inadecuado. Quiero pedirte perdón, mamá por ello. Lo siento, de verdad.
¿Veis? Incluso del tema más inesperado puedes aprender algo. De una charla sobre un tema en el que creía ser un experto saco en conclusión que aún me falta muchísimo por aprender.
Estas charlas están siendo, desde nuestro humilde punto de vista, muy, muy útiles. Queremos dar las gracias públicamente a la parroquia de San José y al grupo de matrimonios de esta parroquia por el estilo con que están enfocando el cursillo prematrimonial. Estamos aprendiendo un montón de cosas.
Gracias, de corazón.
jueves, 21 de mayo de 2009
Preparando nuestra boda. Cursillo prematrimonia (y 3)
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