martes, 15 de septiembre de 2009

OOOOHHHHH, LA FERIA!!!

El pasado fin de semana, unos buenos amigos se dejaron caer por Albacete para conocer su Feria y dejarnos, de paso, disfrutar de su compañía.

A pesar de lluvia que cayó, hicimos lo típico: comer como salvajes, andar como ovejos y beber hasta que los párpados nos recordaron que ya no veríamos los veinticinco ninguno de nosotros (bueno, ni los treinta, jejeje).

El domingo, los levantamos tempranos (gracias, Gachán), y tuvimos una visita algo más cultureta de la Feria: el puesto de libros de ocasión y comics de El Joven, la exposición del Concurso de Cuchillería y algo de historia.

Y por el resto de la Feria que decir... que no sé cómo aguantamos estos diez días, vivos y enteros (y como lo soporta la cuenta del Banco, ni la crisis puede con la Feria, joé). A comer con mis padres, mi hermano, Mª José y el chiquitín; a comer con los amigos y su test de compatibilidad a traición; a comer con los padre de Rakel... Dios mío, yo no sé ni cómo lo conseguimos soportar.

Pero ¡PRUEBA SUPERADA! Otra Feria que pasa sin llevarnos por delante.

Por cierto, ¿Os he comentado que sólo faltan doce días para que nos casemos? Qué largo me parece, y qué ganas de que llegue....

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Varias cosas atrasadas...




Uf, uf, arf, arf.... a contrareloj, como siempre os comento nuestras últimas cosillas...


Estuvimos en la Feria Barroca de Almansa, y nos lo pasamos francamente bien. Ahí os dejo el enlace al blog de David, donde lo relata con pelos y señales. Poco más puedo añadir, salvo agradecer a Almansa y a nuestros amigos Herminio, Juan y a todos los integrantes del Tercio de Morados Viejos su hospitalidad.

http://cronistadearena.blogspot.com/2009/09/instantes-en-el-mercado-barroco-de.html

Tengo que comentaros que en este mercado se ha fraguado la creación (o re-creación para ser más exactos) de un Tercio que va a abarcar desde finales del siglo XVI hasta el XVIII. Ya os iremos comentando, pero vamos a ser los más bravucones, bocingleros y buscabullas de todos los soldados que hayan conocido cuantos sirvieron a la sombra de la Cruz de San Andrés.

El fin de semana siguiente, estuvimos en la boda de Átaly y Antonio, cantando y celebrando con ellos su unión. Le deseamos a los novios lo mejor en esta vida junta que comienza ahora. Un beso, Átaly y Antonio.

De esa boda recordar que perdimos la voz, la vergüenza, que bailamos como hace siglos que no hacíamos y que cantamos como posesos. De la comida, no hablo, jejeje. De la compañía... gracias doy al cielo por mis hermanos, por mi Comunidad. Al final, lo único que le da sabor a la vida no es el éxito, ni el dinero, ni el reconocimiento, sino simplemente el amor y la amistad. El resto es anecdótico.

Y el siguiente fin de semana fue maratoniano. Viajamos a Valencia, el sábado por la mañana para ver a Chelo y Diego y que Raquel se probara de nuevo su traje de novia. Va a ser distinto, aunque no os pueda decir nada más, ya que, como buen novio, no lo veré hasta el día de la boda.
Comimos una paella buenísima en la parcela de los papás de Chelo y nos fuimos a Alcoy, donde compramos para el día siguiente. A continuación, a Villena, a disfrutar de sus fiestas, con el mejor cicerone que se puede tener: nuestro entrañable Pater. Aguantamos hasta las 6 de la mañana sin acostarnos y a las ocho nos despertó el inseparable de Luis y Virgina.


A las 10.30 arriba para ir a la parcela de los papás de Josevi, en Onteniente, donde además de una excelente comida y exquisita hospitalidad, pudimos disfrutar de un ratito de esgrima. Madre mía que mono de espada, oiga.

Por cierto, que ayer me llegó el regalo de boda de Mª Isabel, la hija de Manoli, una amiga de verdad de mi mamá. Una réplica de mosquete napoleónico que es una preciosidad. No es funcional, es decir que no dispara, porque ni Raquel ni yo queremos armas de fuego en casa, pero seguro que nos acompañará a multitud de recreaciones y momentos frikies a lo largo de muchos años. Gracias, Mª Isabel.
Es igual que éste que llevo en la foto. Una pasada, y un buen desembolso de dinero. GRACIAS OTRA VEZ, Mª ISABEL!!!!!!

Y vuelta a casa, que la Feria no perdona. Y en cuanto acabe la Feria estaremos completamente liados con la boda. Jejeje.

Bueno, y entremedias, empezaremos a entrenar otra vez.

Ésto no es vida, oiga.

viernes, 21 de agosto de 2009

Mis disculpas...

He tenido el blog un poco abandonado estas semanas, sobre todo por problemas de conexión a internet, pero también por dejadez.

Así que muy rapidamente, paso a comentaros que hemos estado en Calpe unos días, de descanso, que organizamos y participamos en la recreación de Chinchilla (aqui hay unas crónicas muy buenas: http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/en-la-chinchilla-de-la-1488-2-parte.html y http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/jura-de-fueros-chinchilla-1488.html ). También acudimos a la Academia Nacional de la Asociación de Esgrima Antigua de este año, fuimos a la recreación de la Defensa de Logroño en el año 1624 y muchísimas cosas más.

El fin de semana pasado estuvimos en la Alcudia, en un espectáculo de inauguración del Cotif, del que David hizo una crónica estupenda, como siempre: http://cronistadearena.blogspot.com/2009/08/entre-bambalinas.html

Y Raquel, su sobrino Pedrín, y yo, fuimos al día siguiente al zoológico de Elche, Río Safari, y nos los pasamos en grande!

y nos estamos preparando para asistir a la Feria Barroca de Almansa, que promete ser muy divertida.

Prometo subir la crónica, aunque no tenga fotos, la semana que viene!

martes, 4 de agosto de 2009

Para la libertad... toca cambiar de rumbo, otra vez

29 de julio de 2009-07-29

Hoy dudo entre preparar la promoción interna en el puesto de trabajo, o decidirme a estudiar alguna otra titulación, en el Obispado de Albacete o en la UNED. El corazón me dice una cosa y la cabeza otra. Después de haber leído el cuadernillo de Cristianismo y Justicia titulado “El joven, el gurú y el pájaro”, de Josep F. Maria i Serrano, me siento muy tentado de hacer lo que el corazón me pide y no lo que la prudente razón aconseja.

A día de hoy –no está mal, después de 37 tacos- me doy cuenta que siempre me han gustado las ciencias sociales como la psicología, la pedagogía o la teología. A lo mejor por su gran aplicación práctica para ayudar a la gente a encontrar la felicidad, a enseñarles a aceptarse, a quererse y, como consecuencia, a aceptar y a querer a los demás. Siempre he creído que la fe es importante en el mundo cotidiano, y que mi propia libertad debe desembocar en una vida para los demás. Y que esa libertad, entendida como esfuerzo para los demás traerá la esperanza.

Y resulta que ya hubo quien le puso letra antes a este pensamiento, creando un inmortal canto de esperanza. Disfrútala conmigo:

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,como un árbol carnal,
generoso y cautivo,doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazonesque arenas en mi pecho:
dan espumas mis venas,y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazosde los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)

02/08/2009

Hoy nace en mi cabeza un nuevo enfoque para mi blog…

Je, y es que con mis sempiternos problemas con Internet, no sé cuándo podré realizarlo. Pero ya ha nacido en mi cabeza.

Y es más como una exigencia que me hago mí mismo para continuar creciendo para seguir avanzando, para no dejarme inmovilizar ni por mi pereza espiritual o mi desencanto vital.

Es muy duro darte cuenta que eres demasiado débil para poner en práctica todo lo que has aprendido que está bien y que es bueno. Y esa desilusión te obliga a ir dejando tus creencias porque no puedes darles forma: como el pintor que tiene en su cabeza una imagen y por su falta de capacidad no es capaz de plasmarlo.

Pero cuando uno fue feliz anhela volver al lugar donde lo fue. Es como volver al pueblo donde uno jugaba de niño. Por supuesto que no será lo mismo, pero la esperanza de volver a sentir paz y alegría te impulsa a todo.

Así que manos a la obra. El blog será una bitácora de mi búsqueda de la espiritualidad, de esas ideas, de esas creencias que me hicieron creer en un mundo mejor, en una sociedad feliz. Será mi blog un rincón escondido, una casa abandonada cuyos recuerdos –una carta oculta en un cajón, una cuchara sobre una mesa, una caja de zapatos llena de antiguas fotografías- aún son capaces de espolear la imaginación de un espíritu de niño atrapado en un cuerpo de adulto.

04/08/2009

Seamos leyenda...

Bueno, pues continúo con mi búsqueda de mí mismo. Antes de ayer, Raquel y yo vimos de nuevo la película “Soy Leyenda”, interpretada por Will Smith, y reconozco que me había olvidado de los dos mensajes más importantes que esta película puede ofrecer: el dolor de la soledad y la necesidad de creer.

El doctor Neville es el ejemplo, el estereotipo de persona superviviente, íntegra y sin esperanza que pasa sus días obligado a luchar. Quizás por que no tenga nada más. Y vive tan abrumado por el peso de la soledad que la muerte de su perra le provoca la necesidad de suicidarse, de acabar con su propia existencia, olvidando todo ese trabajo que hasta ahora había llevado a cabo por encontrar un remedio contra la terrible enfermedad que casi se ha cobrado a toda la población humana.

Sin embargo, la aparición de una joven madre y su hijo, tan duros como él mismo pero infinitamente menos brillantes –aunque portadores de una fuerza que al doctor ya le había abandonado-, le salva de su intento de suicidio, de lo que hubiera sido una muerte sin esperanza.

Poco después, la creencia de la mujer en un Dios luchador y compasivo (curioso ese cartel que aparece al principio de la película que reza “Dios aún nos quiere”), el cariño que el doctor Neville tenía por su hija y una serie de señales que interpreta en forma de mariposa, le lleva a morir por una causa, por una razón.

Un alegato a la fe, un manifestación de fe oculta en una película de acción y zombies, con un significado, creo yo, más profundo y trascendental de lo que se pueda esperar de una película más.

Y sobre la soledad… podríamos hablar mucho, largo y tendido. Pero aunque no lo queramos reconocer, todos necesitamos a las personas. Ya sean nuestras parejas, nuestros amigos, compañeros de trabajo, nuestra familia o cualquiera con los que compartamos nuestras aficiones, todos, como el doctor Neville, por muy autosuficientes y especiales que seamos (el personaje que encarna Will Smith, objetivamente, lo es) o creamos ser.

Me gustó cuando la ví en el cine y me ha vuelto a gustar ahora. No se hacen muchas películas como ésta, dónde se alabe el esfuerzo personal y la capacidad de sacrificio. Claro que también nos podemos quedar con las escenas de acción y la buena ejecución cinematográfica. Da igual.

Es una peli que se puede disfrutar.

martes, 28 de julio de 2009

Preparando la boda: el traje del novio.

28 de julio de 2009

Ayer fui con mi madre a mirar el traje de novio. Resultado…. Una desagradable sensación de paripé, de manipulación comercial injustificada en lo que debe ser un día alegre y, si me permitís la expresión, espiritual.

Los trajes de novio son muy, muy caros. Demasiado. Para un traje que te vas a poner sólo este día, o que usarás muy raramente, es totalmente incoherente gastarte un pastón -que no tengo- en mitad de una época en que un gran número de familias tiene a todos sus miembros en edad de trabajar en el paro.
De nuevo, las convenciones sociales nos arrastran hacia lo que creo que está siendo unos de los motores de la falta de valores de esta sociedad en la que decimos vivir: el consumismo por el consumismo.

Y por otro lado, yo no necesito sentirme especial o jugar a ser lo que no soy durante ese día. Quiero que el día de nuestra boda le pueda ofrecer a Raquel una persona coherente, honesta. Quiero que el día de nuestra boda a Raquel le espere en el altar Lucio, no un Lucio disfrazado de algo que no es.

Al final, compraré un traje. Pero un traje rebajado, un traje que no me suponga un trauma moral –económico sí, pero aceptable- un traje que me vista, no que me disfrace.

Me niego rotundamente a gastarme los 300 leuros que pedían en una tienda de las que estuvimos. Y por supuesto, los 600 que costaban en las “Rebajas” de El Corte Inglés.

El día de mi boda iré adornado con tres cosas fundamentales: la compañía de Raquel, la ilusión por empezar esta vida en común y la confianza que nos da la fe.

El resto es superfluo.

lunes, 25 de mayo de 2009

Rodaje de un corto en Chinchilla: EL RETORNO DEL MARQUÉS

Este pasado fin de semana, unos cuantos amigos nos reunimos en Chinchilla para rodar un corto sobre una historia que pudo haber sucedido unos días antes de la llegada del Reyes Católicos a la ciudad.

La noticia de la visita de Ysabel de Castilla y Fernando de Aragón atrajo a multitud de personajes hacia Chinchilla, y de muy distinta condición. Una más de las damas de la baja nobleza fue Blanca de Villena, apadrinada del Maestre de la Orden de Santiago, Alonso de Cárdenas. Éste mandó recado a su ahijada de acudir a la ciudad de Chinchilla. Doña Blanca marchó hacia la ciudad acompañada de su séquito y de sus escoltas, fieros caballeros santiaguistas, curtidos en mil batallas.
Pero la visita real también atrajo un alianza de malhechores: un guerrero enorme, con la cara siempre cubierta por una misteriosa celada y en cuyo escudo figura el emblema del primer Marqués de Villena, que comanda una horda de ex-soldados marquesinos expulsados de la fortaleza chinchillana por Ysabel de Castilla; un grupo de guerreros árabes, deseosos de venganza, escapados de las últimas derrotas propiciadas por el reyno de Castilla y Aragón a los reinos de taifas; y un grupo de rufianes, asaltacaminos y mercenarios liderados por ballestero sin piedad.
Entre todos, planeaban secuestrar a Doña Blanca de Villena para pedir un cuantioso rescate, algo muy común en el siglo casi dieciséis. Para ello no podrían reparos en pasar a cuchillo a todo el pueblo, si fuera necesario.




Pero el destino y el azar, que siempre juegan curiosas partidas de ajedrez, darán una oportunidad de torcer estos planes a las buenas gentes en forma de un muchacho, casi un niño, por estar donde no hubiera debido estar en el momento más inadecuado.

¿Aprovecharán Doña Blanca de Villena, sus guerreros, el pueblo llano que vive en torno a la fortaleza y los soldados de la Santa Hermandad que vigilan los caminos de Chinchilla esta oportunidad? ¿O caerán bajo el filo de la espada de la terrible alianza de malhechores?











Queremos agradecer a todos los amigos que han colaborado en darle forma a esta idea, especialmente a David y a Ana todo su esfuerzo y su buen hacer. A los amigos que soportaron la casi tormenta del sábado por la tarde y el sol de justicia del domingo su saber estar y su buen humor. Al ayuntamiento de Chinchilla por dejarnos rodar en su bello pueblo. Al grupo de Teatro de Chinchilla por prestarnos algunas vestimentas. Y a todos los que nos animaron a pesar de lo difícil que parecía darle forma a esta idea con presupuesto cero y sin ánimo de lucro. Y muchísimas gracias a los amigos que vinieron desde Alicante, Villena, Alcoy y Onteniente, por todo lo anterior y por la panzada a kilómetros que se tragaron.

A todos, muchísimas gracias.






Y gracias a Pedro y Sandra que demostraron que es falsa la frase de “no se puede rodar con niños”. Ambos interpretaron perfectamente, y ambos se portaron genial. Pero, sobre todo Pedro que tuvo más escenas y al que más de una vez vimos concentrándose para meterse en el papel que nuestro director le iba pidiendo. Pero qué bien lo hizo el condenaó del chaval. Hay que reconocerlo.

viernes, 22 de mayo de 2009

Preparando nuestra boda. Cursillo prematrimonial( y 4)

Bueno, pues ayer tuvimos la suerte de que nuestro ponente en la charla –que no sabemos exactamente a cuál correspondía de las que están programadas- fuera, ni más ni menos que Javier.

Javier es el cura al que le hemos pedido que nos case. Así que, antes de hablar de la charla, hablaremos de él.
Javier ha sido mi cura de referencia durante toda mi vida. También ha estado presente en la de Raquel, aunque en menor medida. Javier es un cura escolapio de Gandía, que vino un tiempo a Albacete a trabajar y aquí se ha quedado con nosotros. De vez en cuando se nos escapó a Castellón, a Valencia, a Nicaragua, pero siempre ha vuelto.

Javier es el máximo exponente de aquel anuncio de una tónica que decía “la odias o la amas”. Pues eso. Con Javier no hay medias tintas. Es como es y le queremos por eso. Por eso y por todo lo que nos ha enseñado. Él es el que nos ha enseñado a ser felices, creo yo. Cuando tuve que pasar la experiencia de la diálisis, fueron sus palabras las que me apoyaron a la hora de afrontarlo. Cuando tuve mi peor crisis existencial, de nuevo fueron sus enseñanzas las que resonaron en mi mente para devolverme la esperanza (que pasó por volver a servir a los jóvenes con mis palabras y mi historia). Ha sido el que me ha enseñado a vivir la fe con alegría. A darme cuenta que tengo una historia y que esa historia es la que me ha ido forjando como persona. Y también a aceptarme y a quererme como soy, no a pretender cambiarme o a vivir amargado.

La charla fue una disertación psico-pedagógica que yo –concretamente- le habré oído en mil ocasiones. Ay, Javier, Javier.
Y siempre aprendo algo nuevo. Era muy, muy interesante, sobre la necesidad de entender que en la pareja no somos “medias” naranjas, si no personas completas que se entregan en esa plenitud de cuerpo y alma, libremente y por su propia voluntad. No porque esperemos que la otra persona nos pueda hacer felices sino para aprender a ser felices juntos.

Nos habló del componente psicológico de la persona, de las necesidades que cada uno debe tener cubiertas para alcanzar la satisfacción mental –seguridad, afecto y valoración- y de los peligros que implica no alcanzarlos, de la frustración vital que esa insatisfacción conlleva, y de cómo puede afectar a nuestra vida en pareja.

Dijo muchas cosas, pero me queda con una en especial. “Una pareja no puede estar mirándose continuamente el uno al otro –eso es de tontos-, si no que deben mirar los dos en una misma dirección: tener un proyecto común de vida”.

jueves, 21 de mayo de 2009

Preparando nuestra boda. Cursillo prematrimonia (y 3)

El tema del miércoles fue la comunicación. Otro matrimonio fue el encargado de tratar un tema tan bonito y a la vez tantas veces escuchado.

Para mí, es muy difícil de mantener la atención en este tema. Demasiadas veces, quizás, me han hablado de la comunicación, de la asertividad, del lenguaje corporal. En el instituto, en la Facultad, en decenas de cursos sobre actividades juveniles, solidarias o deportivas. En el CAP o en el curso de Formador Ocupacional. Por eso, el hecho de conocer al chico que nos los impartió de haber compartido ya algunas Pascuas y otras experiencias con sus hijos –lo que nos ha llevado a no ser unos perfectos desconocidos, precisamente- me ayudó a no afrontarlo con cansancio, sino con respeto, atención y, porque no decirlo, un poco de complíce camadería. Simplemente porque conocía a la persona que lo iba a dar y porque lo aprecio.

Fue un tema muy interesante, muy agradable. Coincidimos Raquel y yo, plenamente, en que la comunicación es un tema de dos, no de uno. Por mucho que uno sólo –o una sóla- se esfuerce en ser agradable, en preguntar, en ofrecer puentes a la comunicación en pareja, si la otra parte no quiere o no sabe, o no le apetece comunicarse, lo que habrá no podrá ser llamado comunicación, ni diálogo.

Y la comunicación en un matrimonio es importantísima. En todos los sentidos y facetas, en todo momento. Y una comunicación cariñosa, cortés, cuidada en las formas, sin medias tintas. Creo que comunicarse así es también evangelizar. Y si no empezamos en casa…. Muchas veces he perdido la paciencia con mi madre, por ejemplo. No importa quien tuviera o no razón, qué más da. Si alguna vez la tuve, la perdí en el momento en que decía algo totalmente fuera de lugar o con un tono inadecuado. Quiero pedirte perdón, mamá por ello. Lo siento, de verdad.

¿Veis? Incluso del tema más inesperado puedes aprender algo. De una charla sobre un tema en el que creía ser un experto saco en conclusión que aún me falta muchísimo por aprender.

Estas charlas están siendo, desde nuestro humilde punto de vista, muy, muy útiles. Queremos dar las gracias públicamente a la parroquia de San José y al grupo de matrimonios de esta parroquia por el estilo con que están enfocando el cursillo prematrimonial. Estamos aprendiendo un montón de cosas.

Gracias, de corazón.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Preparando nuestra boda. Cursillos prematrimoniales, segunda sesión.

Si decía en la entrada anterior que el lunes nos gustó mucho la charla que nos ofrecieron en los cursillos prematrimoniales, debo decir que la de ayer nos encantó.

Y fue porque nos ofrecieron lo que eché en falta en la primera: espiritualidad. El matrimonio que, en esta ocasión, nos habló tenía que habernos darnos la charla correspondiente al tema del Sacramento del matrimonio. Pero decidieron darnos otra, y al final, las mezclaron y salió algo muy iluminador.

Resumiendo: desde su propia experiencia de vida y de fe, nos testimoniaron cómo el matrimonio, la unión de dos personas que se quieren y que quieren compartir sus días con sus noches, cama y macarrones –como decía Serrat-, puede convertirse en un signo de amor. Como una pareja puede hacer extensivo su forma de quererse a los demás, a través de su forma de comportarse y de ser, sin forzar situaciones ni emprender grandes empresas que –a nosotros, desde luego- se nos quedarían grandes. Pero que sí vamos a poder intentar expresar la fe que sentimos como pareja, que vamos a poder probar a hacer algo que valga la pena.

Me gustó mucho. Recuerdo que mi pensamiento mientras nos hablaban de todo esto era: “ya no voy a estar sólo”. A partir de ahora, la lucha será compartida. El esfuerzo de cada uno será sobrellevado entre los dos. Me gusta. Me gusta mucho.

Y además, nos reforzaron en nuestra forma de entender lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo.

Aviso para navegantes: ésta es nuestra manera de vivir esta experiencia. Cualquier otra forma de entenderlo es tan buena, tan sincera y tan tierna como sus protagonistas quieran vivirla.

Creedme –si que hay alguien que lea este puñetero blog- cuando os digo que nos ilusiona mucho más encontrar unas lecturas con las que identificarnos ese día y unos cantos que signifiquen algo para nosotros y que todo el mundo pueda cantar, que cualquier otra cosa. Que también haremos, claro.
Pero es que no es eso lo que nos importa.

Si alguien sólo pudiera acompañarnos en algo, sin dudas le diríamos que en la ceremonia. El resto lo entendemos como añadidos. Importantes, pero añadidos.Pero lo que realmente nos importa es el rito, la ceremonia, el hecho de hacer público nuestro compromiso, ante Dios y ante nuestros seres más queridos y más cercanos. Queremos que sea una ceremonia sencilla, lo más participativa posible y sobre todo… muy alegre. Créednos si os decimos que hubo un momento en que creímos, por razones económicas y organizativas, que sólo podríamos hacer eso: casarnos y prescindir del convite y del viaje de novios y que nos dimos cuenta que no nos importaba. Y nos dimos cuenta que lo único que queríamos era casarnos.

Pues ayer nos reafirmaron esta forma de pensar.

martes, 19 de mayo de 2009

Preparando nuestra boda. Cursillo prematrimonial.

Nos casamos.

Raquel y yo hemos decidido que queremos vivir juntos, que queremos compartir nuestros días con sus noches.

Y como los dos somos o queremos ser cristianos, y que la nuestra sea una familia cristiana, nos casaremos por la Iglesia. Eso es algo que jamás hemos dudado. Somos personas de fe, y como tal, queremos comprometernos ante Dios, y ante nuestro pequeño grupo de hermanicos, familiares y amigos más íntimos.

Cuando surgió el tema de los cursos prematrimoniales, no lo dudamos tampoco. Si queremos casarnos religiosamente, tenemos que hacer los cursos prematrimoniales. Y punto.
Nos surgió la oportunidad de que “nos los firmaran”, pero no nos pareció bien, ya que no queremos empezar nuestra vida en común con atajos y con actos de cara a la galería. En nuestro corazón sabríamos que no lo habríamos hecho bien.

La verdad es que nuestra boda se ha ido acoplando, en fechas y en todo lo demás, ella sola. Pillamos la primera iglesia que tenía una fecha que nos molaba –la Parroquia de San José, en Albacete- y, curiosidades de la vida, fue también la que impartía los cursos en fecha propicia. Pues mira, miel sobre hojuelas. Además, Javier, el cura, nuestro cura, el que –si puede ser- nos va a casar, está destinado en esta parroquia temporalmente. Si es que no se puede pedir más.

Ayer fue el primer día de los cursos, y la verdad es que la reunión nos gustó. La charla fue amena, la pareja encargada de impartirla este primer día era muy simpática, y el tema era interesante: las relaciones de la pareja recién casada ya sea entre ellos, con la familia e incluso con los amigos.

Es cierto que eché en falta un poco más de espiritualidad, no sé. Algo más profundo, con más sentido teológico. Nos dijeron que la familia es la base de la Iglesia, sí, pero eso ya lo he oído, y tampoco lo desarrollaron demasiado. Bueno, la verdad es que lo desarrollaron muuuy poco para mi gusto, pero supongo que no era ni el momento ni el lugar más adecuado para ello.

Porque a pesar del bajón de fe que me ha marcado durante el pasado año, siento que lo que vamos a hacer me está volviendo a despertar el corazón. Mi espíritu empieza a moverse otra vez, me vuelven inquietudes, me apetece volver a celebrar la Eucaristía con la Comunidad Semilla. Incluso me empieza a rondar la idea de hablar con un par de parroquias a ver si puedo volver a colaborar en alguna de ellas con catequesis de confirmación. Y este despertar está surgiendo a raíz de la decisión que hemos tomado de casarnos. MOOOOOLAAA.

No sé, para integrarme en un grupo de matrimonios con Raquel, preferimos seguir con nuestra Comunidad, eso lo tenemos claro. El año que viene, me dejaré libres los viernes para poder asistir a las reuniones que nos apetezcan. No digo que no asistiríamos a alguna reunión, por curiosidad o por cortesía, si fuéramos invitados a algún grupo de matrimonios, pero no es algo que creo que ahora mismo necesitemos.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, los cursos prematrimoniales, creo que nos va a gustar la experiencia. Lo normal, por lo que me han comentado amigos y familiares que los han hecho, es que la peña se los tome como un rollo.

Pues a nosotros nos están gustando, mira.

miércoles, 6 de mayo de 2009

¡¡¡Jaus lleva un año viviendo con nosotros!!!

Hace ya un año que adoptamos a nuestro perrito. Hace ya un año que se convirtió en un miembro más de la familia. Creo que ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado nunca.

Decidimos adoptarlo del Arca de Noé porque creemos que es indecente gastarse un pastón en comprar un perro en una tienda de mascotas cuando en las instalaciones de la protectora decenas de animalitos están esperando a ser adoptados. Además, nos gusta que Jaus no tenga pedigree, porque es perfecto para nuestra familia.

Jaus ha demostrado ser muy tierno y cariñoso, muy listo, muy, muy cobarde, y muy juguetón. Es verdad que es impagable la compañia que hace un perrito; es muy agradable volver a casa y, en lugar de encontrarla vacía, tener a Jaus al otro lado de la puerta esperando para saludarnos a su manera.
Jaus ha conquistado a todo el que se le ha puesto cerca. No sabemos si es por esa carita de perrito abandonado, por lo pronto que busca acomodarse en el regazo de quien más cerca está, yo que se.
Es un perrito muy bueno, que ni es destrozón, ni escandaloso. Nos hace mucha gracia verle caminar hacia su cuna con sus juguetes en la boca, dispuesto a esconderlas en cualquier lugar de la casa.

Hoy queremos dedicarte este momento a tí, nuestro perrito. Te queremos, bicho.

viernes, 24 de abril de 2009

miércoles, 15 de abril de 2009

Pascua 2009

Desde hace ya más años de los que recuerdo, creo que desde 1989 –jups, como pasan los años-, celebro la Semana Santa de una forma algo distinta a lo habitual. Junto con un grupo de jóvenes que hemos ido madurando a lo largo de este tiempo –también se le podría llamar “envejecer”, jejeje- nos retiramos del mundanal ruido propio de estas fiestas a la Casita, una granja-escuela que está en Casas de Juan Núñez, a intentar vivir la Semana Santa, a lo que se viene llamando una Pascua Joven.


Desde hace ya tres años Raquel me acompaña, y se ha enganchado hasta el punto de haber sido ella la que este año ha tirado de mí para asistir, ya que yo no estaba demasiado animado. Gracias Raquel, cariño.

La alegría, la fraternidad, la esperanza, son los sentimientos que más se dejan percibir en estos días. Personalmente, también experimento la satisfacción de ver a las chicas y chicos que he acompañado como catequista convertidos en personitas adultas, responsables –algunos ya han terminado sus carreras- y capaces de asumir el reto de impartir una catequesis o de decorar la ermita.




¿Qué se puede decir de esta forma de vivir la Pascua? Pues, sobre todo, que es nuestra forma de hacerlo. De la mano del cura, Javier, celebramos la cena del Señor, la pasión y la Vigilia Pascual. Pero además, recibimos catequesis, rezamos laudes y vísperas, cantamos y convivimos en un ambiente muy de familia, muy de amigos íntimos.

Cada año, cada uno vive la Pascua de forma muy distinta. Nuestras realidades han ido cambiando a lo largo del tiempo: de casi niños para los que la Pascua es una forma de escapar por unos días del control de los papás, hasta los más mayores que la viven con el cansancio y el esfuerzo que supone dejar la comodidad de su casa. Entre medias, los que han aprendido a ser papás, los que vivimos el eterno complejo de Peter Pan (entre los que me incluyo, qué narices), los jóvenes que están despertando a la vida adulta… todos vivimos la Pascua juntos.

De esta Pascua 2009, me quedo con el mensaje de la catequesis de la Esperanza, que dio Mariado: no pararse. A lo mejor este año ha sido para mí un año de parón –a nivel de fe- y, a lo mejor, tengo que volver a ponerme en marcha. Ya he quemado la etapa de mi vida como voluntario de la Hospitalidad y es tiempo de ir buscando un nuevo sitio donde poder aportar lo que buenamente pueda. No sé porqué, algo me dice que volver a ser catequista es una opción que no debo descartar, pero decidirlo tan temprano me parece un poco precipitado. De momento, me dedicaré a ir arrancando, poco a poco, a ir recargando las pilas que tan gastadas se habían quedado, hasta que encuentre dónde poder aportar algo. Gracias, Maríado, por el mensaje. :)

El otro mensaje que me quedó lo dio Javier a lo largo de toda la Pascua: la fe, ya que tenemos la suerte de compartirla y de compartir la convicción de cómo se debe vivir, debe ser algo de pareja, de común acuerdo. Que Raquel y yo debemos ir animándonos el uno al otro para no dejar de lado las misas de los sábados ni las reuniones de los viernes. Que juntos lo haremos mejor, como en todo.



Una de las mayores alegrías es ver a los amigos con los que, por vivir en ciudades distintas, sólo coincidimos de Pascua en Pascua: vienen de Castellón, de Gandía, de Ciudad Real, de Madrid, para vivir esta experiencia que es lo único que tenemos en común.

Una de las actitudes que más proliferan estos días por la Casita es el servicio. Cada uno se responsabiliza de ayudar a los demás en todo lo que puede, ya sea preparando la ermita, limpiando las mesas o sirviendo la comida. Y se hace con alegría y sin escaquearse. Como debe de ser, oiga.


La Pascua ha estado presente en mi vida desde que recuerdo. La Pascua vivida como experiencia de oración, de fraternidad, de alegría, de esperanza… ha sido mi motor en las dificultades que me he ido encontrando, y la que me ha hecho ir madurando mi forma de ver la vida y de intentar vivirla. Me ha enseñado que no soy mejor que nadie; que se puede vivir desde el servicio; porque ser cristiano es más que celebrar, es servir; que el bueno humor, y la alegría, son consecuencia de haber aprendido que Dios nos quiere sin límites y sin condiciones.

¡RESUCITÓ!

Hola a tod@s!

Bienvenidos a mi mundo! Espero que os guste y podemas compartir experiencias y aficiones. Espero vuestros comentarios.